01 junio, 2007

JEANETTE WINTERSON



LA NIÑA DEL FARO.




En algún lugar entre el miedo y el sexo está la pasión. La entrada a ella es repentina. La salida es peor.

Poco tengo que decir de su biografía, ya que buscando en muchas de las páginas web que existen sobre ella, cualquiera puede ponerse al día sobre sus vicisitudes.
Ojeando en estas páginas no dejo de observar que todas ellas hacen mención a su periodo infantil-juvenil en el seno de una familia protestante profundamente religiosa. Alguien comenta que en su casa sólo había seis libros, de los cuales tres eran Biblias.
No es, pues, de extrañar, que a su llegada a la etapa en la que cualquiera suele tomar sus decisiones, ella optase tanto por abandonar tempranamente a la familia (debido a su lesbianismo, por supuesto intolerable para sus padres adoptivos) como por un creciente amor a los libros y al mundo que éstos representan.
Nacida en 1959, vive con su actual pareja en el Reino Unido, escribiendo y regentando un comercio naturalista.
Es curioso, y aún no me lo explico, cómo ciertas autoras me llaman la atención por su obra literaria, descubriendo, algunas veces después, que su elección sexual es el lesbianismo (claros ejemplos encuentro en algunas de mis escritoras preferidas: Margaret Atwood, Djuna Barnes, Virginia Woolf, Margarite Yourcenar, Carson McCullers, Simone de Beauvoir…). Tendré que investigarme sobre ello.
Este libro, “La niña del faro”, no tiene una bella portada (cosa en la que Lumen creo que no acierta) y la editorial anuncia la obra como el inicio de la “Biblioteca Jeanette Winterson” con la intención, supongo, de continuar publicando toda su obra. Estaré atento pues a la evolución de esta muy buena intención.
En cuanto al contenido de la novela, se inicia muy bien, se lee primero con curiosidad y después con interés. Pero no sé por qué, casi al final me da la impresión de que pierde fuerza, de que falta algo, de que se queda corta o de que la autora quiere acabarla y busca un término de compromiso con el cual dar el cerrojazo a la obra. Y es una lástima porque, como ya digo antes, tiene suficiente fuerza al principio como para esperar algo más.
Es muy interesante cómo la historia, dando saltos adelante y atrás, se desenvuelve alrededor de un faro, desde su creación hasta su automatización, y cómo se llena de cuentos, de historias narradas por el farero ciego, el señor Pew que, a la vez que entretienen y educan a Silver, la protagonista, nos llevan de la mano hasta Darwin, Stevenson y personajes no, por secundarios, menos interesantes.
En fin, si no fuera por el final, la novela sería un ejercicio preciosista y literario a los que normalmente no estamos acostumbrados. No obstante, merece la pena leerse y, para mi gusto, es absolutamente digna de ser recomendada.

Entre las frases de la autora encontradas al azar en Internet me han encantado dos, que quiero incluir aquí.
La primera de ellas, porque está en total sintonía con lo que yo, inconscientemente, hago cuando conozco a alguien.

“A menudo, es una cuestión de sensibilidad. Los libros que amamos dicen algo sobre nosotros, y sobre nuestros amigos. Explorar la estantería de alguien puede decirte tanto como leer su diario. El camino más rápido a la intimidad no es compartir una cama o un día de fiesta, sino compartir un libro”

La segunda, porque recoge una curiosa teoría vital, del desarrollo personal de cada cual, y que me está haciendo pensar mucho.

"Tengo una teoría según la cual cada vez que haces una elección importante, la parte de ti que se queda continúa la otra vida que podrías haber vivido. Las emanaciones de algunas personas son muy potentes y otras se crean nuevamente a sí mismas fuera de su propio cuerpo... Cabe la posibilidad de que yo no esté aquí, de que todas las partes de mi ser que bordearon todas las elecciones que hice y que no hice se rocen fugazmente... Regresar después de mucho tiempo enloquece porque a los que dejaste no les gusta pensar que has cambiado, te tratan como siempre lo hicieron y te acusan de ser indiferente cuando sólo eres diferente..."

Sus obras:

Novelas:

Fruta Prohibida (1985) (Oranges Are Not the Only Fruit)
La Pasión (1987) (The Passion)
Espejismos (1990) (Sexing the Cherry)
Escrito en el cuerpo (1992) (Written On The Body)
Art & lies (1994)
Simetrías viscerales (1997) (Gut symmetries)
El Powerbook (2000) (The Powerbook)
La niña del faro (2004) (Lighthousekeeping)

Cuentos:


The world and other places (1998)

Ensayos:


Art Objects (1995)

Cómic:


Boating for Beginners (1986)

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